A Jugar!

Madre y Padre, Uds no se imaginan lo valioso que es jugar con sus hijos! Cada vez más, por las ocupaciones cotidianas y exigencias del mundo actual, tenemos menos tiempo para dedicarle al "hogar", pero definitivamente es el ámbito que necesita mayor calidad de atención en nuestras vidas. La familia representa el núcleo fundamental de la sociedad y como tal debe constituir la PRIORIDAD a la hora de tomar decisiones. El tiempo de juego entre padres e hijos es sumamente importante por muchísimas razones, puedo enumerar algunas:
1.- Los niños aprenden jugando, por lo tanto este medio es entretenido y práctico para reforzar conductas, enseñar, estimular el lenguaje y la creatividad.
2.- A través del juego Ud puede conocer a profundidad a su hijo, lo que le gusta, sus motivaciones, sus miedos, sus intereses.
3.- Crea un vínculo afectivo único y una necesidad mutua de compartir.
4.- El tiempo con sus hijos refuerza la autoestima.
5.- Es divertido! :)
6.- y gratis....
Así que aunque Ud trabaje o dedique momentos a otras actividades, el juego infantil debe estar apuntado en la lista. A cada edad las necesidades y tipos de juego cambian y evolucionan. Le invito a adaptar su tiempo a las actividades de sus hijos y todos saldrán beneficiados.
Evite que la TV se convierta en su "niñera". Pero a este medio no hay que tildarlo de "negativo", muchas veces bien administrado es útil y hasta necesario, existen afortunadamente muchas opciones de televisión educativa que constituyen una excelente alternativa.
Los juegos en familia no ameritan grandes inversiones o muchos juguetes, mientras más sencillos y representativos mejor, use la imaginación! También es importante inculcar al niño la importancia de la actividad física y de lo agradable de los juegos al aire libre, esta práctica frecuente beneficia la salud física y mental de toda la familia.
La creatividad no tiene límites e incluso mientras Ud se ocupa en algo puede integrar a los niños a fantasear con esa actividad. Muchas veces el imitarlo a Ud ya es un juego, por ejemplo si está cocinando puede incorporar al niño con alguna vajilla de juguete a preparar el "postre", o si está realizando un trabajo en la computadora su hijo puede fantasear con toda una oficina a su alrededor. No es necesario desplazar al niño, intégrelo y aprovechará mejor el tiempo, inclusive le aseguro que se agotará menos porque puede hacer de las labores algo divertido.
El tiempo fuera de casa significará para el niño la espera para el momento más feliz y agradable del día: La llegada de papá o mamá!

El "NO" necesario

Nuestros hijos representan la satisfacción más grande que se pueda tener, con sus momentos tranquilos y sus etapas traviesas y de experimentación siempre son nuestro motivo de alegría y motivación. Pero dentro de su desarrollo sano es necesario que como padres y formadores aprendamos a ponerles límites y a decirles que "NO". Los niños pequeños no saben manejar las frustaciones y si quieren algo lo desean "ya", "ahora" y de la forma en que les gusta, pero lamentablemente el mundo no siempre puede darnos lo que queremos y por eso hay que enseñarlos a controlar los deseos y a tener paciencia. Papá y mamá imponen las reglas, no porque deban comportarse como "ogros" si no porque nadie los ama y protege más, por lo tanto todos los "no" que usamos son para evitar peligros, daños y aprendizajes inadecuados. Ante la mayoría de las cosas los padres pueden negociar y lograr un final feliz sin necesidad de llegar a desencadenar una rabieta o a imponer una conducta intolerable para su hijo, así que poco a poco se va aprendiendo a dar el peso justo a cada cosa y a equilibrar la permisividad en casa. Es muy importante explicarle al niño por qué no puede hacer algo y no decir simplemente "no porque yo lo digo", eso no tendría sentido para él y se sentiría aún más frustrado. Si ud se toma unos segundos para explicar el por qué de su prohibición , el niño madurará más rápidamente el concepto de "correcto" e "incorrecto" y no de "prohibido" o "no prohibido por papá o mamá". Un niño pequeño no conoce el concepto de peligro y se expondrá muchas veces al él. No parece lógico que ud le grite o regañe porque se está acercando al fuego, si él no sabe lo que es; entonces el límite correcto implica una enseñanza: "no te acerques al fuego porque es muy caliente y quema". No convierta sus días en eternos NO, una negativa puede transformarse en algo positivo para el niño: "no puedes jugar con una tijera porque puedes cortarte, pero te puedo prestar estos colores y dibujamos". Al niño hay que ofrecerle alternativas porque no parará de experimentar cosas, muchas de ellas peligrosas o indebidas. Hay escalas de NO, debe utilizar su inteligencia y madurez de adulto para que el niño también aprenda a percibirlos, el lenguaje corporal de los padres muchas veces basta para que el niño se de cuenta que no está actuando correctamente. Cambie el tono de voz de acuerdo a la "gravedad" de la conducta de su hijo, no es lógico gritar un NO o golpear la mesa porque el niño pide un caramelo, pero es diferente al No enérgico y disciplinario cuando el niño, por ejemplo golpea al hermanito. Refuerce las muestras de afecto para su hijo, a medida que crece irá comprendiendo implícitamente que ud le niega algo porque lo ama y lo proteje. Aunque parezca mentira el niño amado y respetado aprende a pensar "si mi mamá lo dice debe ser por algo bueno". Nunca ceda después de un NO necesario, transforme el permiso o la recompensa si piensa que se no hizo lo correcto o exageró, los padres también nos equivocamos , y mucho. Si su hijo está jugando con algo delicado y ud considera que puede romperlo o dañarlo dígale con autoridad y tranquilidad por qué no puede manipularlo, imagínese la confusión del niño si después de llorar y gritar ud decide darle el objeto para que se calle. . . "me dijo que no, pero si lloro consigo lo que quiero!" Mantega su posición con serenidad y si lo desea ofrezca una opción: " con esto no se puede jugar porque se daña y es para el trabajo de mamá, puedes jugar con esto que si es para niños". Enseñélele a tener paciencia y a cumplir órdenes, no postergando sus necesidades, sino manejando el tiempo para cumplir deseos. "te preparé tu comida favorita, pero primero vamos a lavarnos las manos", es mejor que un "te aseas o no comes". "Si puedes a comer postre, pero luego de la cena", mejor a un "no te voy a dar helado". "Si puedo llevarte al parque pero cuando regrese del trabajo" o "hoy no podemos llevarte al parque porque trabajamos, pero al regresar podemos jugar un rato". Hay "buenas" maneras de imponer disciplinas, consigan la fórmula perfecta e individual para su familia y le aseguro que serán padres más relajados.

Dejando el Pañal!

El momento más esperado por muchos padres, mi hijo dejó el pañal! Este gran acontecimiento marca una gran diferencia entre el bebé y el niño, denota un gran logro y el inicio de una cadena de actos que sellarán su INDEPENDENCIA. El dejar el pañal coincide con muchos otros progresos que se consolidan como comer solito, dormirse solito, lograr bañarse con mínima ayuda, treparse y subir por escaleras, muros, toboganes con gran destreza, hablar con más claridad y expresar sus sentimientos y deseos con mayor soltura y eficacia. Generalmente el pañal se deja entre los 2 y 3 años, pero cada niño es diferente y tiene su propio ritmo para superar esta etapa. Lo más importante para no frustrarse, ni padres ni hijos, es no forzar el evento y esperar el momento en el que el niño está LISTO. Pero cómo reconocer este momento? Pues hay señales que indican que Ud puede iniciar el largo pero satisfactorio proceso de dejar el pañal. Si ya su hijo manifiesta, hablando o con alguna expresión, que hizo sus necesidades o si insiste en hacer todo sólo, ayuda al momento de vestirse, lo busca y sabe expresarle cuando necesita algo, inicie sin apuro pero con constancia el proceso de control de esfínteres. Algunos consejos:
1.- Permita que su hijo haga algunas tareas solito para que se sienta independiente y capaz.
2.- Estimúlelo en el cuidado e higiene diaria: permita que se cepille sólo, colabore con vestirse y desvestirse, bañarse, lavarse las manos.
3.- Deje que el niño presencie cómo Ud usa el sanitario, explíquele para qué sirve y por qué se usa. Los niños aprenden por imitación.
4.- No comience usando la poceta de adultos, compre vasitos para bebés o adaptadores de poceta para niños que le hagan sentirse más cómodo y seguro. Estos dispositivos son más fáciles de manipular por ellos mismos y cuando tienen motivos infantiles les agradan y los asumen como algo personal.
5.- Inicialmente habrán muchos "accidentes" pero cuando comience no se detenga! sígalo intentando y la constancia tendrá resultados más rápidos de lo que cree.
6.- Es bueno iniciar el entrenamiento poniendo al niño o niña en el vasito cada 2 horas y luego ir distanciando el tiempo para que inicialmente asocie la acción con el uso del vaso y poco a poco comience a identificar cuando tenga "ganas" al ir espaciando las horas.
7.- Cada vez que el niño pueda hacer en su vasito o poceta llénelo de elogios por su progreso. El cariño es el mejor reforzador de sus logros.
8.- Cuando ya haya distanciado el tiempo en vez de poner al niño en el vasito pregunte constantemente si tiene ganas de hacer alguna necesidad, repita una y otra vez con frecuencia y si el niño accede a usar el vaso o se hace pipí o pupú refuerce el momento explicándole: "si tenías ganas", " si querías hacer pipí".
9.- Cuando ya el proceso vaya en marcha, le aconsejo que deje al niño el mayor tiempo posible sin pañal, esto le recordará que hay cambios y lo hará sentir que está creciendo al ver que ya comienza a comportarse como los adultos.
10.- Si su hijo está en guardería o escuela informe a las maestras y/o cuidadoras si desea iniciar el control de esfínteres para que haya apoyo mutuo y el entrenameinto sea tanto en casa como en los lugares que el niño frecuente. Igualmente informe a los familiares que lo cuidan y puede tener vasitos auxiliares en casa de los abuelos o tíos.
11.- NUNCA regañe a su hijo por "hacerse" encima, esto sólo le creará dudas e inseguridad, es algo que debe aprender y practicar tenga PACIENCIA. Todos dejamos el pañal en algún momento...