En el mundo actual, cada vez más temprano, las madres modernas trabajadoras tienen la
necesidad de acudir a alguien para el cuidado de sus hijos. Las guarderías
abundan y por todos lados se ven ofertas de hogares de cuidado, centros de
educación inicial, tareas dirigidas, etc. No es fácil dejar en manos de alguien
más a nuestros grandes tesoros, pero muchas veces es inevitable. Las
guarderías tienen como todo, ventajas y
desventajas. En niños menores de 2 años
la mayoría de los pediatras estamos de acuerdo que en lo posible se evite
llevarlos a guardería ya que su sistema inmunológico, aun inmaduro se expone en
estos lugares a muchísimo contacto con virus y bacterias que pueden causar
enfermedades infecciosas frecuentes. Se recomienda adaptar el horario de los
padres para el cuidado del bebé pero la mayoría de las veces es casi imposible,
y si no se puede recurrir a los abuelitos, se debe buscar la mejor opción para
que estemos tranquilos y confiados de que nuestro bebé está bien cuidado.
La Sociedad Venezolana de Pediatría (2010) ha
elaborado consenso sobre las normas que deben cumplir los lugares de cuidado
infantil, en cuanto a espacio, instalaciones, personal, materiales, medidas de
seguridad, higiene y alimentación. Se
debe empezar la búsqueda con anticipación para evaluar las posibilidades con calma
y decidir en familia qué lugar escoger. A simple vista las guarderías pueden
ser muy vistosas, nuevas y bonitas, pero la responsabilidad del cuidado de nuestros
hijos va más allá. Entrevístese con el director del centro las veces que sea
necesario. No quede con dudas, preguntar todos los detalles es su derecho. Vea
personalmente las instalaciones, haga visitas, inclusive si puede observe
mientras otros niños están en actividades.
Verifique que los espacios sean amplios e infórmese de cúantos niños
estarán por área o salón y con cuánto personal. El personal deben ser
profesionales capacitados en educación infantil, pedagogía o salud que
preferiblemente tengan algún tiempo trabajando en el área. Observe si las
instalaciones son seguras si cuenta con salidas de emergencia o puertas
grandes, espacios abiertos, si hay escaleras con seguridad, si hay piscinas o
tanques de agua protegidos. Los salones
deben ser ventilados e iluminados. Debe contar suficientes zonas para aseo
personal, baños para niños y adultos accesibles y confortables. El área de
alimentación limpia, con conservadores de alimentos adecuados y personal
experimentado. Si se trata de un centro de educación inicial pregunte por el
programa educativo, los textos y las actividades que realizarán. Siéntase libre de preguntar todo lo que le
inquiete!
Le sugiero que cuando tenga ya opciones
escogidas permita que su hijo participe en la selección, así sea muy pequeño
incluirlo en el proceso es positivo y si ya es mayorcito lo estimulará y lo hará
sentir considerado. Muèstrele las instalaciones y que conozca a las maestras,
al personal, los ambientes. Vaya varias veces y cuando tenga el lugar
seleccionado menciónelo como “tú colegio, tu escuela o tu guardería” para que
el niño lo asuma como algo propio. Unos meses antes del inicio comience a
hablarle temas relacionados con el gran paso. Por ejemplo, qué actividades va a
realizar en el nuevo ambiente, que conocerá a otros niños, que podrá jugar con
ellos, que habrán canciones, juegos y será divertido. Cree buenas expectativas
sobre el cambio, mencione lo positivo y prepare el terreno para que su hijo
capte que Ud está tranquilo e ilusionado con su nueva etapa. Los padres nos
llenamos de miedos y sufrimos al dejarlos por primera vez en un lugar diferente
y con gente “extraña”, pero debemos demostrar tranquilidad y confianza. No son
convenientes largas despedidas o hacerlas dramáticas y difíciles. Con un paso
seguro dejar al niño en “manos” de su nuevo cuidador o cuidadora, despedirse con
un abrazo y palabras dulces es suficiente. Hay lugares donde aceptan que los
padres compartan unos minutos o horas los primeros días en las actividades del
plantel para que el desprendimiento del niño sea más progresivo, pero
generalmente esto es difícil por la infraestructura de los locales y la
comodidad de niños y maestros. De todas maneras si siente la necesidad,
plantéelo.
Diga a su hijo que viene a buscarlo en tanto
tiempo, para que comprenda que no se quedará
allí para siempre y aprenda poco a poco a esperar. Durante los primeros
días le aconsejo deje a su hijo poco tiempo en el nuevo ambiente. Por ejemplo
el primer día búsquelo en 1-2 horas, al 3er día ya en 2-3 horas y así
progresivamente hasta que cumpla su jornada completa.
Nunca lo regañe por “llorar” o negarse a ir al
colegio, es normal que al principio este cambio de rutina de separarse de sus
padres lo afecte. Trate de hacer del
momento de preparación para la escuela un rato agradable. Intégrese a sus
actividades escolares, conozca el nombre de sus maestras, compañeros y amigos,
menciónelos en casa. Comparta canciones, actividades y juegos que el niño vaya aprendiendo y haga
del hogar un complemento educativo en todo sentido.
Comente cualquier inquietud o duda que tenga
con las maestras, puede apoyarse con un cuaderno o diario de enlace, o enviar
notas según necesite algún punto atención especial como problemas de salud,
alergias del niño a alguna comida o material, gustos, costumbres, etc que
ayuden al personal a integrar al niño con mayor facilidad y seguridad. Suerte!