jueves, 11 de febrero de 2010

El sueño de los bebés

Hay que ser realistas y desarrollar expectativas razonables en lo referente al bebé y el sueño. Antes de los cuatro o seis meses, los bebés tienen una necesidad de sueño diferente de los bebés de más edad. Cuanta más información poseemos como padres, menor será la posibilidad de que otras personas nos hagan dudar acerca de las decisiones que tomemos en cuanto a la crianza del bebé.
Durante los primeros meses de la vida de tu bebé, él duerme cuando está cansado, muy frecuentemente. Un recién nacido duerme generalemnte 18 horas distribuídas indiferentemente de día o de noche en 6 ó 7 períodos. Además sus estómagos son muy, pero muy pequeños, el crecimiento del recién nacido es rápido, su dieta es líquida, y la digestión también es rápida y por lo tanto necesitan alimentarse cada dos a cuatro horas y a veces más, especialmente si reciben lactancia materna exclusivamente y su patrón de sueño responde principalmente a sus necesidades de alimentación.
Los periodos de vigilia y de sueño se van modificando a medida que el niño crece. Desde el nacimiento están presentes 2 formas de sueño el REM y no-REM , el ritmo y la frecuencia de cada uno se van modificando a lo largo del desarrollo. Durante el sueño REM o “sueño activo” el bebé puede hacer sonidos, moverse y es la etapa en que puede despertarse fácilmente (por ejemplo cuando lo acostamos en la cuna…); en los primeros meses de vida predomina este sueño activo ya que constituye un mecanismo de superviviencia tener un sueño “ligero” que les permita despertarse en períodos cortos para comer y ser atendido. El sueño profundo dura menos, pero a medida que crecen se va prolongado su duración y van apareciendo otras fases intermedias que conectan ambos tipos de sueño y lo hacen más continuo. Todo es cuestión de paciencia… el sueño es también un aspecto que necesita evolucionar y madurar en todo ser humano poco a poco.
Y aunque esto es una realidad, hay algunos consejos, que personalemnte puse en práctica y que ayudan a que el bebé aprenda a dormir y a formar su patrón de sueño nocturno. Por ejemplo durante los períodos de sueño del día, déjalo dormir en un cuarto con claridad, donde pueda escuchar los ruidos naturales del día. Por la noche, su cuarto debe ser oscuro y silencioso y cuando se despierte para alimentarlo tratar de hacer el menor ruido posible para que identifique que se trata de un período de tranquilidad y concilie el sueño más facilmente. De noche es importante instaurar una rutina siempre a la misma hora por lo menos los primeros meses, como bañarlo, darle un masaje, hablarle con voz calmada o cantarle, alimentarlo y acostarlo en su cuna. A los bebés les gusta y favorece la repetición ya que se sienten seguros y es la mejor forma de enseñarlos a cerca de la cotidianidad y adaptarlos a nuestras vidas. La rutina en las primeras enseñanzas es la clave para lograr resultados. Una vez que los bebés tengan hábitos buenos o malos, es muy difícil y duro modificarlos.
Al ayudarlo a distinguir el día de la noche con ciertas conductas acelera su propio ritmo circadiano y hace el proceso un poco más rápido; pero no todos los niños duermen igual, algunos necesitan hasta más de 1 año para lograr dormir toda la noche corrida. Una vez que el bebé ya identifique la rutina de ir a la cama lo ideal es intentar acostarlo en la cama antes de que se duerma para que aprenda a conciliar el sueño solito en su ambiente destinado para dormir. Probablemente llore o se ponga inquieto, pero se sigue intentando y con paciencia tendremos buenos resultados.
Es un hecho que tu bebé va a despertarse durante la noche; asúmelo. El primer paso es aprender a relajarse acerca de esta circunstancia. Llenarte de estrés o frustración no va a cambiar nada. La situación mejorará a medida que pasan los días; y cuando menos lo pienses estará durmiendo plácidamente durante toda la noche.

1 comentario:

Eva Felipe dijo...

Mi hija afortunadamente siempre ha sido muy buena para dormir, hoy en día tiene 20 meses y no se despierta durante la noche, pero tengo que decir que cuando era más pequeñita dormia muy cerca de mi, y solamente hacia ruidos chupandose el dedo para comer; yo rápidamente me levantaba y le daba de comer, teniamos un entendimiento absoluto, yo pienso que siempre le he transmitido seguridad, bienestar y he establecido rutinas que han influido positivamente en su rutina de sueño. Puede ser tambien su carcter porque es un bebé bastante tranquilo, pero si que es cierto que cuando transmitimos seguridad, tranquilidad y bienestar, el niño reflejara esa tranquilidad y seguro que dormirá mucho mejor.